2020 ha sido un año peculiar en todos los aspectos tan- to a nivel sanitario como económico y también social. Este ejercicio ha supuesto un antes y un después de nuestra vida tal y como la conocíamos antes de familiarizarnos con el término COVID-19: ha cambiado desde nuestra forma de salir a la calle hasta la manera de relacionarnos con amigos y familiares. A nivel económico podemos hablar de un año atípico en todos los sectores y, en concreto, un ejercicio lleno de altibajos en la industria cementera de España.

2020 dio comienzo con una caída del 8,6% respecto al año 2019 en el mes de enero debido a la ralentización que estaba sufriendo el sector ya a finales del año anterior. Esta caída se agravó en marzo y meses posteriores, a consecuencia del impacto del COVID-19, llevando a cerrar el primer trimestre con unas pérdidas del 13%.

El segundo trimestre no arrancó mejor ya que en el mes de abril se desplomó el consumo a causa del confinamiento, llegando a encontrarse un 50% por debajo del anterior ejercicio. No fue hasta el mes de junio cuando el consumo empezó a repuntar. En concreto lo hizo un 5,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, fundamentalmente porque en ese mes de junio se retomaban aquellas obras paralizadas a causa del coronavirus. A pesar de este repunte de junio, el global no fue suficiente para salvar el semestre, ya que se cerró con una caída del 16,5% frente al mismo periodo del pasado año.

Si miramos los números en valor absoluto, en los primeros 9 meses, la evolución del consumo aparente de cemento ha sido de 9.857.824 toneladas de cemento, frente a los 11.155.123 de toneladas, lo que represen- ta un descenso de 1.256.317 toneladas de cemento en este periodo.

Para el final del cuarto trimestre, se espera que se vaya suavizando de nuevo la caída de consumo, pero se situará en torno al 11%. Esperamos cerrar el año 2020 con unas ventas de 13,1 millones de toneladas, frente los 14,7 millones con los que se cerró el 2019, unas cifras incluso inferiores a las del cierre del año 2018.

¿Será 2021 mejor que el 2020?

Con total seguridad, 2021 no será el año de la recuperación que todos esperamos: de hecho se estima que  la tendencia negativa continuará durante todo el próximo ejercicio, ya que la incertidumbre va a seguir siendo la tónica dominante dentro del sector de la construcción.

La evolución de la crisis sanitaria marcará la tendencia en la que derive, no solo el sector de la construcción, sino todos los sectores económicos que afectan de primer grado al nuestro, como el turismo, la automoción o la industria en general.

En todos los informes de previsión para el futuro ejercicio 2021 el denominador común es la incertidumbre. Este hecho plantea un escenario con pocas certezas en prácticamente todos los sectores económicos, no sólo de nuestro país sino del mercado global.

Para hacer frente a la situación actual y a las previsiones que ya se manejan para el próximo ejercicio, nuestro sector demanda con urgencia un plan específico de infraestructuras y vivienda que permita dinamizar la economía y la generación de empleo. La recuperación de nuestro sector debería venir apoyada por la inversión en obra pública desde las distintas administraciones: el gobierno central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Manuel Carot Torres

Responsable comercial España